EL SECRETO DEL MONJE VOLADOR
GINO BARTALI (n.Ponte a Ema, 1914 - m.Ponte a Ema 2000)
Cualquier aficionado al ciclismo nos dirá que ya no nacen campeones capaces de ganar un Tour de Francia después de diez años de haber ganado otro. Es el caso de Gino Bartali, que lo ganó en 1938 y 1948. Además, el que fue apodado "el monje volador", ganó tres Giros de Italia (1936, 1937 y 1946), cuatro Milán San Remo (1939, 1940, 1947 y 1950) y cientos de carreras más que completan uno de los curriculums más impresionantes de la historia del ciclismo.
Tras su muerte en 2000, la casualidad quiso que saliese a la luz una nueva dimensión del gran campeón que, hasta entonces, había permanecido oculta. Gracias al testimonio escrito del judío de Pisa Giorgio Nissim, hallado por los hijos de éste, nos enteramos de que entre 1943 y 1945 Bartali ayudó a salvar la vida de más de 800 judíos haciendo lo que mejor sabía, pedalear.
En 1943, con la detención de los miembros de la red Delasem que ayudaba a judíos fugitivos, Nissim tuvo recurrir a la ayuda de los Sacerdotes Oblatos de Luca, quienes organizaron una nueva red de ayuda a los judíos. Y aquí es donde encontramos a Bartali, que siempre se caracterizó por su catolicismo militante, de ahí su apodo: según nos cuenta su hijo Andrea, su tarea era la de enlace entre las imprentas clandestinas que fabricaban documentos falsos para los fujitivos y los monasterios donde éstos estaban escondidos. Metía los documentos en el tubo central de su bicicleta y su fama como as del ciclismo le servía para pasar los controles, así como el conocimiento de las carreteras de la Tosacana, adquirido en sus entrenamientos, le servía en otras ocasiones para hacer de guía de los huídos hasta lugares seguros.
En tiempos en los que cualquiera afirma haber sido una víctima de los nazis para conseguir fama, dice mucho de la humanidad de Bartali el hecho de que se llevara su "secreto" a la tumba, como hacen los verdaderos héroes que, simplemente, hacen los que tienen que hacer en cada momento sin darle mayor importancia después.
Cualquier aficionado al ciclismo nos dirá que ya no nacen campeones capaces de ganar un Tour de Francia después de diez años de haber ganado otro. Es el caso de Gino Bartali, que lo ganó en 1938 y 1948. Además, el que fue apodado "el monje volador", ganó tres Giros de Italia (1936, 1937 y 1946), cuatro Milán San Remo (1939, 1940, 1947 y 1950) y cientos de carreras más que completan uno de los curriculums más impresionantes de la historia del ciclismo.
Tras su muerte en 2000, la casualidad quiso que saliese a la luz una nueva dimensión del gran campeón que, hasta entonces, había permanecido oculta. Gracias al testimonio escrito del judío de Pisa Giorgio Nissim, hallado por los hijos de éste, nos enteramos de que entre 1943 y 1945 Bartali ayudó a salvar la vida de más de 800 judíos haciendo lo que mejor sabía, pedalear.
En 1943, con la detención de los miembros de la red Delasem que ayudaba a judíos fugitivos, Nissim tuvo recurrir a la ayuda de los Sacerdotes Oblatos de Luca, quienes organizaron una nueva red de ayuda a los judíos. Y aquí es donde encontramos a Bartali, que siempre se caracterizó por su catolicismo militante, de ahí su apodo: según nos cuenta su hijo Andrea, su tarea era la de enlace entre las imprentas clandestinas que fabricaban documentos falsos para los fujitivos y los monasterios donde éstos estaban escondidos. Metía los documentos en el tubo central de su bicicleta y su fama como as del ciclismo le servía para pasar los controles, así como el conocimiento de las carreteras de la Tosacana, adquirido en sus entrenamientos, le servía en otras ocasiones para hacer de guía de los huídos hasta lugares seguros.
En tiempos en los que cualquiera afirma haber sido una víctima de los nazis para conseguir fama, dice mucho de la humanidad de Bartali el hecho de que se llevara su "secreto" a la tumba, como hacen los verdaderos héroes que, simplemente, hacen los que tienen que hacer en cada momento sin darle mayor importancia después.
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