viernes, julio 22, 2005

LO QUE VALE UNA IMAGEN


EDUARD ROSCHMANN (n.Gratz, 1908 - m.Asunción, 1977)

En su libro "Justicia no venganza" (Ediciones B, 1989) Simón Wiesenthal, el famoso cazador de nazis, cuenta que en 1972 recibió la visita de Frederick Forsyth, en busca de ayuda para escribir su novela "ODESSA" sobre la organización que después de la Segunda Guerra Mundial ayudó a escapar a multitud de criminales de guerra nazis. Wiesenthal aceptó ayudar a Forsyth siempre que el malo del libro fuese uno de los nazis que en ese momento ocupaban su atención, Eduard Roschmann.
Roschmann había sido antes de la guerra un empleado de una fábrica de licores que, gracias a su temprana incorporación al partido nazi, llegó a ser comandante del gueto de Riga, donde fue responsable de la muerte de al menos treinta mil personas. Después de la guerra, simplemente volvió a su pueblo en Austria e incluso llegó a formar parte de un movimiento neonazi, por lo que fue arrestado en 1947. Este arresto llegó a oídos de Wiesenthal, quien dio aviso a los aliados para que lo detuvieran. Pero fue demasiado tarde, en aquel momento Roschmann decidió que su situación no era segura y, gracias a la red ODESSA, consiguió huir primero a Italia, donde fue escondido en un monasterio franciscano por el obispo católico Hudal hasta que se le buscó transporte para Argentina pagado por Cáritas.
En Argentina Rochsmann se convirtió en Federico Wegener y paso a vivir protegido por el ambiente de la emigración alemana en aquel pais. Allí, incluso se volvió a casar en 1955, pese a tener esposa en Austria, por lo que en 1959 estaba en busca y captura acusado de bigamia.
Así las cosas, en 1972 Wiesenthal había perdido su pista, y decidió que el libro de Forsyth era un buen medio para publicitar el caso. Además, el cazador de nazis insistió en incluir una escena falsa, en la que un Roschman en plena fuga tras la guerra asesinaba a sangre fría a un oficial alemán para ocupar su lugar en un transporte.
La novela fue un éxito, al igual que la película basada en ella, que dio a conocer el caso en todo el mundo. A partir de entonces, Roschmann perdió el apoyo de los emigrados alemanes, quienes le consideraban un asesino traidor, y empezó a huir de un lado a otro, acosado por sus ex-amigos y sus enemigos hasta que falleció de un ataque al corazón en Paraguay en 1977.
Cuenta Wiesenthal que la película tuvo otro efecto inesperado. Inmediatamente tras su estreno, el cazador de nazis empezó a recibir llamadas de gente que había visto a Roschmann en Austria, Alemania, Suiza, incluso en los Estados Unidos, lo que era totalmente imposible. La cosa no se aclaró hasta que Wiesenthal hizo que uno de los testigos le hiciera una descripción del presunto Roschmann, que no era sino la del actor que hacía el papel del criminal nazi en la película, el austriaco Maximilian Schell.

2 Comments:

Blogger Unknown said...

si alquien tiene interese en el pistola 9mm de Eduardo/ Edward Roschmann, con papeles originales, escribe a sellflex@gmail.com
Gracias

8:18 p. m.  
Blogger Walter said...

Muy bueno este post..estoy leyendo por segunda vez odessa (soy fanatico de forsyth).
Saludos

5:16 p. m.  

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